Esta técnica consiste en mantener los alimentos sumergidos en líquido, evitando la entrada de aire, protegiéndolos así de los efectos de la oxidación. El líquido debe cubrirlos y superarlos al menos en un centímetro. Para realizar el apisonado utilice objetos no porosos y fáciles de esterilizar (puede ser un plato de loza o un frasco de vidrio lleno de agua). Colóquelos encima de los alimentos de conserva (de modo que los aplasten un poco). De esta manera se evita que los ingredientes entren en contacto con el aire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario